AMA – Delfina Nina

Del 17 de noviembre de 2023 al 13 de enero de 2024

Un fuego* que destruye, transforma e ilumina

* “Fuego”, en quechua corresponde a “Nina”, apellido de la artista.

En la obra previa de Delfina Nina abundan los autorretratos de gran formato, en estos su rostro acompañado de diversos elementos domina la composición; estas obras son el resultado de una autoobservación juiciosa; ¿quién soy?, ¿a dónde pertenezco? son las  preguntas más obvias de las muchas que Delfina se hace. En este proceso, la artista poco a poco profundiza en su cuestionamiento y llega a una pregunta detonante: “¿qué se esconde tras la superficie de esta persona que soy yo?”.

Aquí posiblemente está el punto de inflexión en el cual Delfina descansa del fotorrealismo y nos muestra lo que está más allá de las vísceras; nos coloca en un espacio limítrofe donde la muerte da cobijo a la vida. Un espacio en el cual la putrefacción origina el sustrato para el resurgimiento. En la muestra nos devela la construcción de su nuevo lenguaje expresivo; manchas, garabatos y chorreados se tornan en formas orgánicas, cúmulos de larvas, revoltijos orgánicos, nudos tensionados.

Esta nueva manera de encarar el autorretrato tiene como consecuencia el generar un reflejo ya no solo de sí misma, sino de una atmósfera de tensión que nos es familiar. Mediante estas formas Nina pasa a materializar el aire que respiramos; un nudo suspendido en el ambiente y en la garganta que nos remite a la incertidumbre; un miedo que la artista identifica en el trauma antiguo que proviene de la invasión europea y de la cruenta imposición de una religión foránea, trauma que tiene eco y se reproduce de múltiples maneras hasta nuestros días.

Ama, título de la exposición está concebido desde sus definiciones del quechua y castellano; “ama” en quechua es una de las maneras de decir “no”, Delfina lo utiliza como un “no” ahogado, un “basta” no escuchado. Por otro lado, los siguientes significados que utiliza la artista provienen del castellano, se refiere al amar y también a la posesión y responsabilidad sobre lo vivido; se vincula a una nueva fortaleza producto de la sanación.

“Atravesar” es una palabra clave para Delfina; nos enfrenta a límites y tránsitos en apariencia infranqueables, y nos guía en la travesía. En la primera sala, la más densa; dos cuadros contrapuestos resaltan por sus dimensiones, ambos toman por título El sueño de Carl Jung; justamente la presencia de la Catedral del Cusco alude directamente al sueño, en el cual, el intelectual, ve a Dios defecando sobre su propio templo. Delfina alude a la violencia y el abuso con las heces, identifica el origen de esta violencia en la ciudad y la iglesia, lugar donde la multitud es inmutable o ciega al fenómeno que se propaga incluso hasta el entorno rural, representado en el otro cuadro; aquí los Apus Qolqecruz, Cayangate y Pacchanta son el escenario donde Delfina marca una esperanza de transformación y resistencia, pues lo que cae aquí ha derivado en seres vivos como germen para una renovación. 

Estos dos paisajes en tensión están flanqueados por dos series de dibujos; por un lado, se sitúa la serie de dibujos titulada La Invalidación, en ésta la artista performa con su mano izquierda a su madre, mujer analfabeta representada mediante garabatos a lápiz, y con su mano derecha se representa a sí misma con pinceladas erráticas. En esta mutua tachadura, Delfina se muestra como la artista que se confronta y enreda con su origen representado en su madre; es un espacio de autoafirmación y autorreconocimiento, iniciado en la negación y consecuente evolución en la convivencia de un doble retrato entremezclado. Al frente, cerca al nivel del piso observamos la serie titulada Rojo y Negro, donde la artista plasma una experiencia traumática que fue obligada a vivir; los papeles que vemos quedan como testimonio de un ritual sanador, conjurado a partir del chorreo denso y definido de ambos colores.

Todas estas obras conviven en un piso rojo, que tiene su origen en un nudo enmarcado por una hornacina. A partir de un golón, elemento textil hecho por su madre, que corresponde a la base de una falda tradicional de Qolqepata; la artista crea este nudo atorzalándolo hasta exprimirlo simbólicamente y escurrir la sangre que contiene. Del nudo resultante sangra lana roja, que al chorrear da origen al suelo en el cual habitan las obras; las lanas dispersas nos transmiten el caos de la violencia contenida. Las piedras dispuestas en la sala son testigos mudos que conocen las historias narradas.

Luego de compartirnos con determinación estos escenarios violentos y conflictos entrecruzados en la primera sala, Nina nos conduce a la segunda sala, donde crea un espacio para la contemplación y el sosiego, un horizonte de resolución, resurgimiento y esperanza. Domina la pieza de 77 papeles grises titulado Estoy viva, en esta podemos ver el proceso evolutivo, en la cual las manchas ocres, sienas y sepias cobran volumen y toman la forma de nueva vida que se muestra vibrante, es la vida alimentándose de la muerte, es un renacer y el inicio de una transformación.

Al costado vemos parte de una serie más grande, aquí se muestran solo 9 de las 31 imágenes de la serie Viento en Yanat’uru, en esta serie el viento acarrea fragmentos de nieve que raspan las mejillas de la artista, en su perspectiva, ella se hace dueña de su entorno, el espacio geográfico le pertenece en base a su deseo sin más, es una nueva conciencia que reclama simbólicamente lo que siempre fue suyo.

En la esquina opuesta se encuentra Willkamayu; el nombre quechua del río Vilcanota; Nina, en una mirada más introspectiva retrata de manera libre las algas que crecen en las orillas del río, seres cuya excesiva proliferación pondría en peligro el ecosistema; esta observación cuidadosa guarda la mirada que la artista tuvo tiempo atrás, cuando meditaba sobre su vida mirando el mismo río que discurre ahora. Willkamayu es el nombre del río, pero también es la Vía Láctea; es un reflejo del cielo en la tierra.

Una flor en el abismo es el libro en el que Delfina nos da acceso a su proceso personal, dividido en 5 capítulos, podemos entrever el camino que la artista atravesó en la gestación de esta exposición.

Delfina Nina, al proponerse trazar el paso de la muerte a la vida se entrega sin vacilar; mostrándose nos revela parte de nosotros mismos; es un regalo que nos otorga, un tránsito y un atravesar eventos traumáticos, de dolor y violencia para alcanzar la sanación; ella nos recuerda el camino difícil de transformación que tenemos como tarea ineludible a realizar para poder ser nosotros nuevamente.

Juan Salas Carreño

Cusco, noviembre de 2023

Estoy viva
Serie de 82 piezas
Acrílico sobre papel gris
29.7 x 21 cm cada uno

Estoy viva (detalle)
Serie de 82 piezas 
Acrílico sobre papel gris
29.7 x 21 cm cada uno

Estoy viva (detalle)
Serie de 82 piezas 
Acrílico sobre papel gris
29.7 x 21 cm cada uno

Estoy viva (detalle)
Serie de 82 piezas Acrílico sobre papel gris
29.7 x 21 cm cada uno

Willkamayu
Serie de 32 piezas
Acrílico sobre papel bond
21 x 29,7 cm cada uno
2023

Willkamayu  (detalle)
Serie de 32 piezas
Acrílico sobre papel bond
21 x 29,7 cm cada uno
2023

Willkamayu  (detalle)
Serie de 32 piezas
Acrílico sobre papel bond
21 x 29,7 cm cada uno
2023

Willkamayu  (detalle)
Serie de 32 piezas
Acrílico sobre papel bond
21 x 29,7 cm cada uno
2023

La invalidación
Serie de 21 piezas
Acrílico y grafito sobre papel bond
29 x 21.7 cm cada uno
2022

La invalidación (detalle)
Serie de 21 piezas
Acrílico y grafito sobre papel bond
29 x 21.7 cm cada uno
2022

La invalidación (detalle)
Serie de 21 piezas
Acrílico y grafito sobre papel bond
29 x 21.7 cm cada uno
2022

La invalidación (detalle)
Serie de 21 piezas
Acrílico y grafito sobre papel bond
29 x 21.7 cm cada uno
2022

Viento en Yanat’uru
Serie de 31 acrílicos sobre papel mantequilla
41,9 x 22,9 cm cada uno
2023

Viento en Yanat’uru (detalle)
Serie de 31 acrílicos sobre papel mantequilla
41,9 x 22,9 cm cada uno
2023

Viento en Yanat’uru (detalle)
Serie de 31 acrílicos sobre papel mantequilla
41,9 x 22,9 cm cada uno
2023

Viento en Yanat’uru (detalle)
Serie de 31 acrílicos sobre papel mantequilla
41,9 x 22,9 cm cada uno
2023

El sueño de Carl Jung (Catedral)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas en el barrio de San Cristóbal, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Catedral) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas en el barrio de San Cristóbal, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Catedral) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas en el barrio de San Cristóbal, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Catedral) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas en el barrio de San Cristóbal, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Qolqecruz)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas cerca a Qenqo, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Qolqecruz) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas cerca a Qenqo, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Qolqecruz) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas cerca a Qenqo, Cusco
200 x 150 cm
2023

El sueño de Carl Jung (Qolqecruz) (detalle)
Acrílico sobre lienzo crudo y piedras recogidas cerca a Qenqo, Cusco
200 x 150 cm
2023

AMA (sagrado)
Textil, lana, pana roja, piedras, hojas de coca, pica-pica.
Medidas variables
2023

AMA (sagrado) (detalle)
Textil, lana, pana roja, piedras, hojas de coca, pica-pica.
Medidas variables
2023

AMA (sagrado) (detalle)
Textil, lana, pana roja, piedras, hojas de coca, pica-pica.
Medidas variables
2023

AMA (sagrado) (detalle)
Textil, lana, pana roja, piedras, hojas de coca, pica-pica.
Medidas variables
2023

Habitando
Serie de 4 piezas
Acrílico sobre cartulina Fabriano
50 x 65 cm cada uno
2023

Habitando (detalle)
Serie de 4 piezas
Acrílico sobre cartulina Fabriano
50 x 65 cm cada uno
2023

Habitando (detalle)
Serie de 4 piezas
Acrílico sobre cartulina Fabriano
50 x 65 cm cada uno
2023

Habitando (detalle)
Serie de 4 piezas
Acrílico sobre cartulina Fabriano
50 x 65 cm cada uno
2023

Sagrado presente
Impresión glicée
Serie de 8 copias
42 x 29,7 cm
2023

CALLE SUECIA 332 (SEGUNDO PISO) - CUSCO, PERÚ